lunes, 2 de marzo de 2015

El ejercicio físico de intensidad moderada el ideal contra la diabetes.

El ejercicio físico de intensidad moderada reduce la grasa almacenada alrededor del corazón, en el hígado y el abdomen de las personas con diabetes mellitus tipo 2, incluso en ausencia de cualquier cambio en la dieta.
El ejercicio físico se recomienda para las personas con diabetes, pero sus efectos en los diferentes depósitos de grasa en el cuerpo no estaban claros. Para salir de esta duda, se han evaluado los efectos del ejercicio sobre la acumulación de grasa en órganos específicos y la función cardíaca en pacientes con diabetes tipo 2, independientemente de cualquier otro estilo de vida o cambios en la dieta. Los pacientes fueron sometidos a exámenes de resonancia magnética antes y después de seis meses de ejercicio de intensidad moderada por un total de entre 3 y 6 horas por semana. Los resultados de la resonancia magnética mostraron que el programa de ejercicios condujo a una disminución significativa en el volumen de grasa en el abdomen, el hígado y alrededor del corazón, todos ellos relacionados previamente con un mayor riesgo cardiovascular.
Los hallazgos apuntan a un papel importante de la imagen en la identificación de un tratamiento adecuado para los pacientes con diabetes tipo 2, que la Organización Mundial de la Salud sitúa como la séptima causa de muerte en el mundo en 2030.
En este sentido, una radióloga del equipo del Dr. Resa ha realizado correlaciones de imagen ecográficas con imágenes intraoperatorias. Es un hallazgo general que los pacientes con diabetes presenten mayores depósitos de grasa intraabdominal, sobre todo en epiplon e hígado, que  de grasa periférica. Si en el obeso mórbido existe una correlación entre el panículo adiposo del tejido celular subcutáneo y el epiplon, en el diabético se dan un epiplon muy grueso con subcutáneo normal o delgado. Igualmente sucede con el hígado. También, la medida de la carótida nos da idea del alto riesgo cardiometabólico de los pacientes diabéticos. Los métodos de imagen están ofreciéndonos más posibilidades de control evolutivo en el paciente con síndrome metabólico, especialmente diabéticos tipo 2.